Luis se quedó estupefacto al descubrir que todo lo que él pensaba que así seguro y sin lugar a dudas sería, resultó ser precisa y completamente lo contrario. El vacío que quedó en su interior fue tan inmensa y desproporcionalmente grande que no pudo reprimir la necesidad de cerrar los ojos y buscarse de nuevo. Por desgracia, no encontró un palillo para resetear y se quedó atascado para siempre.
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Y es que a veces se nos caen los mitos. Y pasa que cuanto más altos los tenemos, mayor es el batacazo que se pegan contra el suelo al caer. Y nosotros nos quedamos así, que ni p´alante ni p´atrás, simplemente atascados.
ResponderEliminarSí. En serio que estaría bien la asociación: Atascados sin fronteras o atascadosanónimos.com podría llamarse. Ya sólo falta la infraestructura y eso.
ResponderEliminarPues eso, que qué tarde tan buena ha hecho hoy...
Este es perfecto para el concurso de microrrelatos, en serio! ;)
ResponderEliminarConcurso de microrrelatos? dónde?? No me digas que también se ha pasado, como el de cuentos de tu universidad, jajaj... ¿Por qué tengo la sensación de llegar eternamente tarde a todas partes?
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