viernes, 1 de enero de 2010

"Quiero ser un gato parisino"

Mi gato quiere ser un gato parisino porque son mucho más sofisticados y gatunos, esto es, que cuando se asoman a la ventana resultan mucho más bohemios que los de aquí. Mi gato es lo más bohemio del mundo, pero aún quiere serlo más y, en su intento de ser lo más gato posible y visto que cazar ratones imaginarios, jugar con ovillos de lana, ronronear y quedarse pensativo horas y horas en la tarde ante las pelusas no es suficiente, ha decidido ponerse en huelga gatuna, no sé con qué clase de pretensiones. Gato: lo que hay ahí fuera no te hace más ni menos gato, te lo haces tú de ventana para dentro.

4 comentarios:

  1. Gracias por el consejo. Procuraré tenerlo en cuenta la próxima vez que se me antoje manifestarme en huelga bohemio-gatuna.
    Un cordial saludo a todos los gatos de Montmartre.

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  2. ¡Vaya!, ya hemos vuelto a visitar los parises. Espero que lo hayais pasado bien, y todos los gatos os sonriesen al pasar. Sí que es bohemio todo aquello, sí... pero si uno sabe mirar todo tiene su encanto: incluso la vida propia.
    ¡Bienvenidas!

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  3. Nos han sonreído, arañado, ronroneado y vuelto locas, en concreto uno que vivía en la avenue de la République, con nosotras. Aunque no fuera de Montmartre, era parisino de pura cepa y se asomaba a la ventana con un brío como ningún gato se ha asomado jamás.

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  4. ¡Que no era de Montmartre! ¡Por Dios! ¡eso no puede ser!...
    Pero tranquilos todos, que esto tiene solución: pinta un cuadro de memoria (lo más abstacto posible), y le titulas "Gato de Montmartre"... ¡y listo!: acabas de empadronar al gato en el barrio que más te conviene, ¡ea!
    P.D.: ¿No será este el truco que hizo Picasso con las mocitas de Avignon?, jejejeje.

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